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Un teléfono o tablet que ha entrado en contacto con agua o cualquier otro líquido, ya sea por inmersión o contacto, podrá ser reparado, dependiendo de la gravedad de los daños ocasionados. El problema no es el líquido en si, ya que éste se evapora con el tiempo, sino la oxidación que éste provoca. Por este motivo, cuando el agua se ha secado, parece que el teléfono funciona durante un tiempo, pero luego deja de funcionar. Los daños que suele provocar el contacto o inmersión  son los siguientes:

-Daños producidos por corriente eléctrica en zonas sensibles del aparato.
-Daños por oxidación o corrosión, especialmente cuando se trata de agua salada
-Averías mecánicas en las partes móviles

Esta oxidación, al contrario que el líquido, no se elimina por si sola, sino que va aumentado a medida que avanza el tiempo, produciendo mayores problemas y daños. Para solucionar el problema, y lograr que el móvil vuelva a funcionar, debemos limpiar y desoxidar los componentes afectados lo antes posible.

La reparación total del móvil mojado dependerá de varios factores, como por ejemplo el tiempo transcurrido entre el contacto con el agua y la reparación. Cuanto antes lleves tu teléfono a reparar, mayores posibilidades tendrás de recuperar tu teléfono, ya que el óxido no estará tan extendido. Otro factor que también condicionará el éxito de la reparación, es el tipo de líquido que haya entrado en nuestro teléfono, por ejemplo, el agua dulce suele presentar un porcentaje de éxito de un 80 %. Por el contrario, el agua salada es corrosiva y podría complicar y alargar el proceso de arreglo.

 

A continuación te facilitamos 5 sencillos consejos que deberás de llevar a cabo lo antes posible después de que tu dispositivo haya entrado en contacto con líquidos.

 

  • 1. Rescátalo enseguida. Si se ha sumergido en agua dulce las esperanzas son mayores que si ha sido en el mar o si le ha caído encima una cerveza, un café…

 

  • 2. No lo enciendas: Podrías provocar un cortocircuito y romperlo para siempre. Has leído bien, "para siempre".

 

  • 3. Desmóntalo y déjalo secar: Separa la batería, la SIM y la tarjeta SD del teléfono. Cada pieza por separado se secará mucho antes.

 

  • 4. Un truco “chino”: Ni se te ocurra usar secadores, ventiladores, radiadores o cualquier otro invento (puedes cargarte el móvil). Lo que tienes que hacer es sumergir el teléfono y sus componentes (batería, tarjetas…) en un bol lleno de arroz crudo (seco).

 

  • 5. Tráenoslo: una vez hemos recorrido los 4 primeros puntos es el momento de que nuestro servicio técnico entre en acción. Aunque el teléfono aparentemente funcione correctamente existe una elevada probabilidad de que en un futuro no muy lejano el dispositivo comience a dar síntomas o deje de funcionar.

 

Llámanos o rellena nuestro formulario de reparación y nos pondremos en contacto contigo lo antes posible.

DAÑOS POR HUMEDAD

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